El portal de los colombianos en el exterior
Principal
Colombianadas
El Blog
Comida típica
Fotos de Colombia
Democracia a distancia
Personajes
Archivo de columnas
Convertidor de divisas
Traductor
Cosas para bajar
Recomendados

 


Principal > Columnas > Inventario > Semana del 15 al 21 de septiembre de 2003

Vergonzosas peleas en medio de una guerra.

Por: Jaime Eduardo Prieto Osorio.


Gral. Teodoro Campo/Marta Lucía Ramírez

La semana pasada se realizó un debate en el Congreso para tratar de establecer responsabilidades en los hechos que condujeron a la devolución de cinco toneladas de cocaína por parte de un numeroso grupo de policías del Atlántico a los narcotraficantes del Valle del Cauca que habían transportado la droga hasta Barranquilla para sacarla posteriormente del país.

Fueron tres las ocasiones documentadas en que, a cambio de 3.450 millones de pesos, casi treinta agentes, suboficiales y oficiales del Gaula, la Sijín, la policía de carreteras y el departamento de policía del Atlántico negociaron con los narcos, no sólo el alcaloide, sino también sus conciencias y la dignidad de una institución

fundamental en las actuales circunstancias de nuestro país.

Durante la sesión fue duramente cuestionado el manejo dado a estos episodios por el general Teodoro Campo, director de la Policía Nacional, con actitudes impropias de su alto rango, de las responsabilidades a su cargo y de la inmensa confianza depositada en él por el presidente Uribe cuando lo llamó para que volviera de su retiro a asumir el mando de la institución.

Quizá en un intento por evitar que este gravísimo caso de corrupción enlodara la imagen de la Policía, el general Campo trató de manejar la situación internamente y en secreto, pero la magnitud de los hechos desbordó sus "buenas intenciones". Si bien es cierto que 'la ropa sucia se lava en casa', no había forma de evitar que las manchas ocasionadas por los actos de estos policías corruptos dejaran de ser visibles a la luz pública.

Además del enfrentamiento que se presentó en el debate entre el general Campo y el general (r) del Ejército Gabriel Díaz —a quien estos hechos terminaron por costarle su carrera militar—, quedaron claras las diferencias de criterios e intereses entre los altos mandos de la Policía y los de las Fuerzas Militares y la desconfianza del director de la Policía en sus subalternos, a cuyos informes de inteligencia que revelaban los episodios de corrupción no les dio crédito oportunamente.

Pero lo peor de todo es el claro enfrentamiento entre el general Campo y la Ministra de Defensa, Martha Lucía Ramírez, a quien el director de la Policía no le ha entregado un informe oficial de los hechos, tres meses después de haber estallado el escándalo. Mientras pretende atacar con todas las fuerzas al terrorismo y la corrupción, este Gobierno no puede permitirse el lujo de que la Ministra desconozca hechos de tal gravedad en el interior de las fuerzas de seguridad.

La estrategia de seguridad democrática se basa en el compromiso de todos los miembros de la sociedad, y en especial de los policías y los militares, en la lucha contra la delincuencia, y si alguien se atrevió a denunciar mediante un anónimo la devolución de los cargamentos de cocaína lo menos que debía esperarse de la Fuerza Pública era la búsqueda y captura de los narcotraficantes, y no la negociación con ellos.

Tampoco es un aporte a la confianza de la ciudadanía en las instituciones y quienes las dirigen la actitud de la Ministra, quien dejó al descubierto ante los medios su incapacidad para imponer su autoridad en este caso, y para enterarse a fondo de los hechos y tomar las decisiones necesarias que le permitieran continuar con el saneamiento de la Policía.

Para los colombianos resulta vergonzoso ver a los responsables de proteger sus vidas, honra y bienes enfrascados en disputas mezquinas, mientras los agentes de policía y los soldados rasos luchan en las selvas y los montes contra los terroristas y se juegan diariamente la vida o la libertad, o mientras decenas de ellos soportan la ignominia de un cautiverio que en muchos casos ha durado varios años.

De las peleas entre amigos siempre sale vencedor el enemigo. Ésta es una lección que ya deberían haber aprendido la ministra de Defensa, el director de la Policía Nacional y los altos mandos militares.

Es el momento de asumir responsabilidades y tomar decisiones, para que podamos saber con qué y con quién contamos en nuestra lucha por recuperar el país de las manos de los corruptos y los terroristas. Y no podemos seguir delegando nuestras esperanzas en altos mandos que aún no saben que 'entre cielo y tierra no hay nada oculto', y que hay que actuar con la verdad y de cara al país.

 
Votación
Colombia
¿Qué hace para sentirse más cerca de Colombia?
Resultados
Comparta sus opiniones

Colombianadas: El Blog

Agregar a favoritos - Hacer de Portalcol.com su página de inicio - Ayuda - Información sobre Portalcol.com
Condiciones de servicio - Política de privacidad - Publicidad - Suscripciones

 
Portalcol.com™ ~ Todos los derechos reservados ~ 2001-2007