Maturana, quien ya ha dirigido a la selección
en tres ocasiones diferentas, se ha declarado
bastante optimista con el nombramiento, y
le pidió mesura a la opinión
pública. "Necesito que alguien
me diga si estoy haciendo las cosas mal, pero
lo que sí debe haber es respeto y reconocimiento",
expresó el entrenador, quien, además,
se demostró satisfecho con el regreso
a Barranquilla. "Barranquilla catapulta
a la Selección y es una escogencia
justa", dijo.
El reintegro de Maturana ha causado bastantes
diferencias en el panorama futbolístico
de nuestro país. Muchos no están
de acuerdo con el nombramiento del chocoano.
Algunos dicen que ya cumplió su ciclo
con el combinado nacional y otros alegan
que su sistema es muy retrógrado.
Pero lo que la mayoría no olvida
son sus fracasos en el Mundial de Estados
Unidos '94, sus pobres campañas con
Perú y Costa Rica, y la eliminación
de Colombia en la fase clasificatoria del
pasado Mundial de Corea y Japón.
Si bien estas son cosas de las que nadie
se puede olvidar, tampoco se pueden pasar
por alto sus éxitos en las eliminatorias
para los mundiales de Italia '90 y Estados
Unidos '94, ni el triunfo de Colombia en
la Copa América del año pasado.
Aunque Maturana no sea el mejor entrenador
del mundo, es quien más experiencia
y trayectoria tiene en Colombia al frente
de la Selección.
Muchos querían que se designara
a De la Pava en el cargo, gracias a la excelente
labor realizada por el técnico vallecaucano
con el América en las últimas
temporadas. Sin embargo, algunos de aquellos
que se autodenominan "expertos"
en fútbol opinan que no tiene la
suficiente experiencia para dirigir al combinado.
Probablemente, fue por este motivo que lo
designaron como asistente de Maturana.
Además de aportarle mucho a Maturana
y a la Selección con su presencia,
ya que está más al tanto de
la actualidad del fútbol nacional
que el chocoano, De la Pava estará
ganando mucha experiencia para en un futuro
estar listo para quedar al mando del equipo.
Aunque posiblemente lo mejor hubiera sido
nombrar un entrenador extranjero, y darle
la asesoría de un colombiano como
De la Pava que conozca bien las condiciones
de los jugadores nacionales, el costo económico
que esto implicaría se pasa de lo
que la Federación puede permitirse.
Dadas todas estas condiciones, Maturana
es hoy la mejor alternativa al alcance de
Colombia; por su experiencia, su decencia,
sus ganas de trabajar y su trayectoria.
Lo importante es sea receptivo con la crítica
y los consejos de De la Pava, y que aplique
un sistema que permita que los jugadores
se entiendan y puedan trabajar organizadamente.
Colombia queda en buenas manos, pero para
que las cosas salgan bien se necesita que
toda la sociedad futbolística apoye
al entrenador, y lo ayude a formar un equipo
que pueda dar la talla internacionalmente.
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