colombianos como Mauricio Hadad, Mariana
Mesa y Miguel Tobón, apenas daban
los primeros pasos de Colombia en un deporte
de poca tradición en el país.
Hoy, todavía, los tenistas más
jóvenes están siguiendo a
su vez los pasos de quienes vinieron antes.
Un claro ejemplo de esto es que Catalina
Castaño y Romy Farah están
siendo entrenadas por Miguel Tobón.
Es apenas ahora que las buenas noticias
del tenis colombiano no vienen únicamente
de uno o dos deportistas. Cada vez hay más
tenistas de nuestro país disputando
torneos internacionales en categorías
prejuveniles y juveniles, lo cual indica
que en los próximos años podrá
haber muchos más colombianos en las
clasificaciones de la ATP y la WTA. Todo
depende, claro, de la continuidad de los
procesos de formación y de que haya
fondos suficientes.
Cuando Fabiola Zuluaga triunfa en torneos
como el Roland Garros en Francia y el de
Wimbledon en Inglaterra, y Alejandro Falla
o Carlos Salamanca ganan torneos puntuables
para la ATP, no sólo están
cosechando éxitos personales para
sus carreras deportivas; también
están manteniendo vivo el sueño
del tenis colombiano, evitando que el trabajo
que se ha hecho en el pasado se derrumbe,
y abriéndoles numerosas puertas a
tenistas como Catalina Castaño, Romy
Farah, Carolina Escamilla y Santiago Giraldo,
quienes encarnan el futuro del tenis nacional.
La semana pasada, Castaño y Giraldo
se lucieron de nuevo en su paso por Europa.
Por un lado, la joven risaraldense ganó
en Italia el Abierto Profesional de Gorizia,
tras vencer en la final a la checa Michaela
Pastikova. Giraldo, por su parte, se coronó
campeón del Torneo de La Baule, válido
para la Gira Europea de Tenis en la categoría
16 años.
Castaño había ganado el primero
de junio el Satélite Profesional
de Campobasso y había sido subcampeona
dos semanas más tarde del Challenger
de Grado, también en Italia. Desde
el inicio del año Catalina ha ascendido
más de 100 casillas en la clasificación
de la WTA, y actualmente se encuentra en
la posición 155.
Giraldo, actual número 1 de Suramérica
en su categoría, ganó el 8
de junio el Torneo de Bologna (Italia) de
la Gira Europea y llegó hasta la
segunda ronda en el de Milán una
semana después. El colombiano forma
parte del equipo de Suramérica, el
cual está conformado por los seis
mejores tenistas de las ramas masculina
y femenina de la pasada Gira COSAT, y del
que también hace parte la santandereana
Vicky Núñez.
En manos de estos jóvenes, el futuro
del tenis colombiano es muy prometedor.
Y también se debe tener en cuenta
que Fabiola, Falla, Salamanca, Michael Quintero
y Pablo González siguen teniendo
mucho por delante. Es indispensable no dejar
perder todo el trabajo que se ha hecho en
las últimas décadas; el momento
es propicio para que los nuevos talentos
puedan formarse y convertirse en las figuras
del 'deporte blanco' en Colombia. No se
puede permitir que la falta de fondos acabe
con los sueños de quienes en el futuro
pueden darle muchas alegrías a los
colombianos.
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