entidades adscritas y en otros países
de Latinoamérica. Y las Olimpíadas
Especiales, por su parte, se han convertido
poco a poco en el evento más esperado
cada dos o tres años por las personas
con retardo mental y sus familiares.
Para la undécima edición,
que se realiza esta semana del 11
al 15 de agosto, están en Bogotá
más de mil adultos, jóvenes
y niños provenientes de todo el país
y de algunos centros de atención
de Ecuador, a quienes se les suman 28 atletas
especiales de Venezuela, país invitado
de este año.
La competencia que más que
una competencia es una fiesta se lleva
a cabo en el Centro Urbano de Recreación
de la caja de compensación familiar
Compensar, principal patrocinadora de las
Olimpíadas, y en la Unidad Deportiva
El Salitre. Se espera la asistencia de más
de 3.000 personas, entre atletas, acompañantes,
voluntarios y público.
En la edición de este año
hay doce disciplinas: atletismo, natación,
fútbol, baloncesto, tenis, ciclismo,
bolos, patinaje, gimnasia rítmica
y artística, voleibol, equitación
y sóftbol. Las nueve primeras son
parte de las competiciones oficiales por
medallas, y voleibol, equitación
y sóftbol son sólo para exhibición,
debido a que se trata de deportes más
complicados. En voleibol, por ejemplo, a
los atletas les cuesta mucho trabajo seguir
las rotaciones en los partidos.
Los atletas llevan varios meses entrenando.
A los del programa Enlaces, de Compensar,
les avisaron en abril que participarían
en las Olimpíadas, y desde entonces
no han dejado de prepararse. Todos sueñan
con ganar, con ser los mejores y quedarse
con la medalla de oro en todas las pruebas
en que compitan, pero saben que lo más
importante es entregarlo todo y disfrutar
el juego. Como dice el lema del proyecto:
"Quiero ganar, pero si no puedo quiero
tener el valor de intentarlo."
De todos modos, en estas Olimpíadas
todos ganan. No es raro ver un partido de
fútbol en que los jugadores de ambos
equipos celebran el gol de uno de ellos,
o una premiación en la que el ganador
felicita a quien llegó de último,
al igual que éste lo felicita a él.
Todos ganan, porque todos se esfuerzan con
todo lo que tienen, y sienten los triunfos
de sus compañeros como propios.
Estos atletas, al igual que sus familiares
y entrenadores, están dándonos
un importante ejemplo a todos los colombianos.
Aunque es obvio que sus condiciones mentales
les han puesto limitaciones, ellos han sabido
superarlas de tal manera que no sean un
obstáculo en sus vidas. Por esto
es que son las estrellas más especiales
de nuestro país.
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