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Feria
del Libro/ Alfredo Bryce/
Harold Rivera/ Fernando
Rangel
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Año tras año, casi siempre
por la misma época, los acordeones
y los libros se vuelven los principales
protagonistas culturales en Colombia. Esto
sucede gracias a que entre abril y mayo
se llevan a cabo dos importantes eventos,
uno en la capital de la República
y otro en Valledupar.
Se trata de la Feria del Libro de Bogotá
y el Festival de la Leyenda Vallenata, dos
de los acontecimientos culturales más
populares en Colombia. Este año,
la feria abrió sus puertas del 17
de abril al 3 de mayo, mientras que el festival
se llevó a cabo del 27 de abril al
primero de mayo.
La feria, en su decimoséptima edición,
rompió dos récords históricos:
con un registro de 422 mil visitantes en
dieciocho días, casi 70 mil más
que el año pasado, fue la edición
más concurrida desde su primera realización,
en 1988; y, por otra parte, la novela "Delirio"
de Laura Restrepo, ganadora del Premio Alfaguara,
vendió 6.478 ejemplares, convirtiéndose
así en el libro más vendido
de la historia de la feria.
Conmemorando el centenario del nacimiento
del legendario poeta chileno Pablo Neruda
y los veinte años de la muerte del
escritor argentino Julio Cortázar,
se llevaron a cabo exposiciones, discusiones
y lecturas de ambos personajes, en un merecido
homenaje para estas grandes figuras de la
literatura latinoamericana.
El país invitado de honor fue Perú.
Estuvieron presentes escritores como Alfredo
Bryce Echenique, autor de obras como "Un
mundo para Julius" y "El
huerto de mi amada", José
Miguel Oviedo, Iván Thays, Francesca
Denegre, Alfonso Cueto y Carmen Ollé.
También hubo varias exposiciones,
no sólo de libros sino también
fotográficas y de objetos precolombinos,
muestras gastronómicas y presentaciones
de cine.
Además de los escritores peruanos,
a la feria también acudieron otros
escritores como los colombianos Héctor
Abad Faciolince, autor de la magistral novela
"Angosta", Laura Restrepo,
Germán Castro Caicedo, la poeta Piedad
Bonnet, Ricardo Silva y Óscar Collazos,
el ecuatoriano Iván Egüez, el
portugués Antonio Lobo Antunes, el
argentino Roberto Fontanarrosa y el director
de cine chileno Alberto Fuguet.
El tema central de la feria fue "Cultura
Colombiana en la Diáspora: El Pensamiento
que regresa". Participaron funcionarios
del Ministerio de Relaciones Exteriores,
miembros de organizaciones de colombianos
en el exterior y, por supuesto, escritores
colombianos residentes en el exterior, como
Alfredo Molano y Antonio Caballero.
A pesar de que llovió casi todos
los días en que estuvo abierta la
feria, la gente no dejó de asistir.
Como cada año, la feria se convirtió
en el punto de reunión obligatorio
de los amantes de la literatura.
Y mientras en Bogotá sonaban las
voces de famosos escritores y la gente disfrutaba
con las maravillas de la literatura, en
Valledupar vibraban los acordeones y se
escuchaban las voces de los mejores artistas
vallenatos del momento.
Esta edición del Festival, la número
37, fue especial: fue el "Festival
de los Grandes: Alfonso López, Rafael
Escalona, Consuelo Araujonoguera y 'Colacho'
Mendoza". Los tres primeros, quienes
organizaron la primera edición del
festival, en 1968, fueron homenajeados por
los artistas participantes y los actuales
organizadores, mientras que en honor a 'Colacho',
fallecido el año pasado, este año
todos los premios llevaron su nombre.
Los espectáculos se llevaron a cabo
en la Tarima Compae Chipuco del nuevo Coliseo
Cacique Upar, con capacidad para 20 mil
personas, en el recién inaugurado
Parque de la Leyenda Vallenata Consuelo
Araujonoguera —dedicado a la memoria
de la ex ministra de Cultura, asesinada
por las FARC en septiembre de 2001—.
Como casi siempre, las competencias para
las distintas coronas estuvieron bastante
cerradas y se extendieron por varias horas
hasta la madrugada. El público disfrutó
con innumerables exponentes del vallenato
clásico -evolucionado, por supuesto,
pero sin despojarlo de su esencia ni volverlo
simplemente comercial- y fue sorprendido
por dos presentaciones especiales: la de
la velada inaugural, con Maía, Fonseca,
Andrés Cepeda, Carolina Sabino y
Yolanda Rayo, entre otros artistas, quienes
cantaron vallenatos al lado de acordeoneros
como Alfredo Gutiérrez y Gonzalo
'el Cocha' Molina; y la de la última
noche, con el grupo Bacilos, liderado por
el monteriano Jorge Villamizar.
Las primeras coronas que se entregaron
fueron la infantil y la juvenil. El jurado
nombró rey infantil a Carlos Mario
Ramírez, un joven de 13 años
de La Paz (Cesar), y rey juvenil a Fernando
Rangel, de 17 años y natural de Valledupar.
La corona de rey aficionado fue para Ómar
Hernández, de Urumita (La Guajira),
y la de piquería —duelos de
versos— la ganó José
Félix Ariza.
Finalmente, en la noche del primero de
mayo, el jurado eligió la mejor canción
inédita —"Raíces
de oro" de Guillermo Doria—
y coronó al rey vallenato profesional
de 2004. Después de una competencia
de varias horas, durante la cual interpretó
clásicos como "El gallo viejo"
de Emiliano Zuleta y "La celosa"
de Sergio Moya Molina, el sincelejano Harold
Rivera se quedó con la corona, por
encima de Juan José Granados, quien
ocupó el segundo puesto, y Miguel
Vega, quien quedó de tercero.
Este año el Festival de la Leyenda
Vallenata permitió una vez más
que cientos de artistas demostraran su talento,
y con la construcción del Parque
de la Leyenda Vallenata, dentro del cual
se planea construir nuevos escenarios y
edificaciones y llevar a cabo diversos proyectos
para conservar y fomentar la cultura vallenata,
al Festival le llegó un saludable
aliento de aire fresco para seguir creciendo
y apoyando a las nuevas generaciones de
artistas vallenatos.
Es una fortuna para Colombia contar con
eventos que abran las puertas para que todos,
sin distinciones de ningún otro tipo,
puedan impregnarse de cultura y descansar
por un rato de los agites y las dificultades
de la vida cotidiana. Es reconfortante ver
que, a pesar de todos los problemas que
atraviesa el país, todavía
hay un amplio espacio para la música,
la literatura y las artes.
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