entregada totalmente al trabajo creativo
de la piel, y sus obras "muestran los
mil matices de la piel curtida a través
de un meditado, minucioso y laborioso trabajo
artístico y artesanal".
Luces Montoya, quien nació en Medellín
en 1960, viene experimentando con el trabajo
sobre piel desde 1983. "Mi trabajo
como escultora me permite indagar en un
mundo interior y palpar territorios íntimos",
dijo la artista explicando el título
de la exposición. "La piel es
un punto de referencia simbólico
que me permite comunicarme con este mundo",
agregó.
Además, la colombiana también
realizó estudios de diseño
industrial en la Universidad Pontificia
Bolivariana de Medellín, donde más
tarde fue profesora de la Facultad de Diseño.
Desde que dejó la docencia e inició
su carrera como artista profesional, en
1989, Montoya ha participado en numerosas
exposiciones, tanto colectivas como individuales,
en diversos lugares del mundo. Su obra ha
recorrido varias ciudades de Colombia y
formado parte de importantes exhibiciones
en España y Japón.
"Territorio intimo" es de gran
importancia pues se lleva a cabo en un museo
que se especializa en el uso de la piel
como materia de expresión artística.
El "Museu de la Pell", que en
catalán significa "Museo de
la Piel", es el único de este
tipo en toda la Península Ibérica.
Según los expertos en el trabajo
artístico de la piel, ésta
tiene cinco características que la
hacen sobresalir entre muchos materiales:
el tacto, el sonido, la resistencia, la
impermeabilidad y la facilidad para ser
perforada y cosida. Pero al mismo tiempo,
trabajarla para la elaboración de
esculturas requiere de la paciencia y la
dedicación de un gran artista.
Luces Montoya es toda una profesional de
las esculturas en piel. Su vida gira alrededor
de ellas. Como ella misma lo dice, sus emociones
las expresa a través de la piel.
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